PERIODIMO INDEPENDIENTE

Estimado periodista independiente, día tras día durante los últimos 4 años (por lo menos) me has venido acompañando con tu sabiduría y tu sapiencia, tu tenaz defensa de la libertad de prensa y tu defensa irreductible de nuestro privilegio democrático y la santidad de tu protección sobre nuestro inmaculado sistema republicano.

Y lo has venido haciendo tan organizadamente y fuiste tan minucioso en tus independientes investigaciones, las que seguramente encaraste con denodado esfuerzo y completa buena fe, que fuiste dolorosamente acusado de parcialidad. La transparencia de tu tarea totalmente inmaculada me conmueve y me cuesta dudar de tu honestidad, a pesar de las infundadas acusaciones que recibís. A continuación voy a proceder a dejar bien en alto tu honor y tu hombría de bien, que tanto enaltece con orgullo tu profesión, la de simplemente informar.

 Te acusan de ser funcional a determinados intereses corporativos, empresariales .Injustamente han echado a correr la  infamia de insinuar que has sido capaz de ocultar crímenes durante dictaduras a las que injustamente te indican como de haber ocupado el rol de vocero, fraguando notas en  las que habrías lavado la imagen de los asesinos, presentando en tapa asesinatos a sangre fría como si fueran enfrentamientos. Los únicos responsables del terrorismo de estado que azotó la República fueron los militares y contra los que siempre seguramente, no lo dudo, te enfrentaste y a los que denunciaste poniendo en riesgo tu vida, tu trabajo, tú integridad y jugándote por tus compañeros que eran chupados por grupos de tareas. Jamás te complotaste con los buitres del sistema financiero internacional, de los que injustamente te acusan de ser socio, vos no tenes la culpa de compartir cuentas en bancos, en idéntica sucursal e incluso no sos responsable de que la dirección de algunas de sus oficinas coincidan con las tuyas en el exterior. Yo sé que serías incapaz de someter a la Patria que tanto amás a corridas bancarias, lock outs patronales de la oligarquía campestre vernácula, sé que nunca has visitado embajadas de potencias enemigas entregando información sensible en contra de los intereses soberanos de tu propio país, porque como sabemos eso computaría como un infame crimen de alta traición a la patria que hasta hace muy poco tiempo podría haber sido castigado con una ejecución sumaria en tribunal militar.  Claro que no, si sabemos que durante la guerra imperialista de Malvinas dijiste siempre la verdad y sólo te sorprendió el triste desenlace por un miserable alcohólico gobernante al que seguramente en su debido momento desenmascaraste cuando fuiste la única casta que se jugó por nuestros derechos arrebatados.

Sos el bronce injustamente señalado, has sabido elegir como socios a los auténticos patriotas como los dueños de las Empresas a las que les interesa el país, te acordás? Como no te vas a acordar ,si te indican como cómplice de haber creado un ejército de desocupados en los 90 en complicidad con Carlos, si ambos, vos y yo, sabemos que toda la culpa de la debacle la tuvo él ,cuando en medio de ferraris, chicas y figuras famosas del rock y el pop internacional levantaste la bandera de la lucha contra la corrupción, ésa que siempre levantás cuando la Patria lo necesita, porque nada, pero nada nos importa más que pelear contra la corrupción, incluso más que la nimiedad de eso que los vagos llaman “defensa de los derechos del trabajador”, “fuentes de trabajo”, y “la puja por terminar con la desigualdad”…si ésas son bajezas de los populistas, lo único importante es Terminar con la pobreza, ésa que sabemos existe desde antes que los pobres.

Fuerza amigo, contá conmigo para cerrar las heridas que los revanchistas setentistas abrieron entre las familias argentinas, la grieta ésa que separa la verdad del relato, la libertad de mercado de la libertad de los presos políticos, la libertad para importar de la libertad para amar, la libertad de prensa de la libertad de votar, la libertad del flujo de capitales a las casas matrices de la libertad de crecer en un país cada vez un poquito más justo, la libertad de comprar dólares de la de los viejos y los niños de ser considerados algo más que un número …

Y así podría seguir por horas pero me espera una señora que estoy segura va a dar cuenta de tu rol en ella, se llama Historia y hoy cenamos juntos, amigo te extraño y te mando un beso, ojalá estes haciendo las cosas bien.

Y acordate sólo hay una cosa a la que debes temer, y ésa cosa es la verdad.